1. Introducción
- A mediados del siglo XX, el arquitecto se vio, en cierto sentido, con la obligación de considerar las condiciones climáticas para el diseño de los edificios. Hay que reconocer con cierta precisión los efectos positivos y negativos del cambio climático con el fin de desarrollar estrategias de diseño para una relación armónica con el edificio.
La rápida evolución tecnológica después de la Revolución Industrial cambió dramáticamente la relación y el arquitecto fue lanzado, literalmente, para perseguir otros paradigmas de las derivadas de la consideraciónde los elementos naturales.
En este sentido, una de las mejores referencias existentes a nivel internacional es el arquitecto español Luís de Garrido, que ha dedicado más de 20 años de experiencia en la investigación y en el desarrollo de proyectos de arquitectura integral, bioclimática y sostenible.
Tiene como principales arquitectos como referencias a los arquitectos Ken Yeang, Peter Zumthor, MVRDV, Eisaku Ushida, Hansen and Petersen, Emilio Ambasz, Norman Foster, Jonathan Hines, David Kirland … entre muy pocos otros.
Siempre polémico en sus presentaciones, Luis De Garrido es el creador de algunos conceptos que lo acompañan en sus diversas actividades y son responsables de promover el papel de la misión del arquitecto para la sostenibilidad de los proyectos.
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- Uno de los mayores logros conceptuales de Luís De Garrido es la creación del concepto “Naturalezas Artificiales”. Nos puede explicar a que se refiere con ello?
Bajo el concepto de “Naturalezas Artificiales” se esconde la esencia de mi trabajo. Sin duda el mayor aporte de mi carrera profesional.
Se trata de identificar e independizar el universo de artefactos construidos por el hombre, dotándolo de sus propias leyes ecológicas, y sobre todo, integrarlo con la Naturaleza.
La Naturaleza, tal y como la percibimos es el resultado de un proceso continua de “prueba y error” sin finalidad alguna, canalizado por la supervivencia de las especies que se van creando en este proceso continuo (cíclico, infinito y sin finalidad racional). El caso es que la Naturaleza ha conseguido sus propias leyes ecológicas de autocontrol, y se ha alimentado de energía natural para su existencia. Del mismo modo, la actividad humana (lineal, finita y racional), y los artefactos resultantes, deberían estar regulados por nuevas leyes ecológicas artificiales, y del mismo modo, alimentados por la misma energía natural. Y ambas (Naturaleza y naturalezas Artificiales) deberían estar continuamente en perfecto equilibrio.
En los últimos años he formalizado un conjunto de normas que podrían regir estas nuevas “Naturalezas Artificiales”, y he experimentado en cada uno de mis proyectos, para intentar acercarme a una meta extremadamente compleja, que yo mismo me he auto impuesto.
Para entender mejor mis objetivos, podría ser suficiente un ejemplo:
Leonardo da Vinci, entre muchas de sus actividades, estaba realmente preocupado por el vuelo de los pájaros. Pasaba el tiempo observando como vuelan, como es la forma de sus alas, como las baten, etc.
Leonardo dedujo muy pronto que al hombre le resultaría imposible, o al menos extremadamente difícil, emular de forma directa el vuelo de los pájaros con ayuda de su entendimiento y de su tecnología. Y el tiempo le ha dado la razón, todavía no se ha encontrado un material lo suficientemente ligero, unas baterías lo suficientemente ligeras, ni un motor lo suficientemente potente y a la vez ligero, como para hacer algo similar. Sin embargo, después de innumerables horas intentando entender el mecanismo del vuelo de los pájaros, Leonardo lo interiorizó, lo aprendió, y como consecuencia del proceso, no tardó en crear un sistema incluso mucho más eficaz que el batir de alas: la hélice.
Pues esto mismo es lo que trato de formalizar: un nuevo tipo de arquitectura fruto exclusivo de la actividad humana, pero resultado del entendimiento profundo de la Naturaleza y perfectamente integrada en sus ciclos vitales. Unas nuevas “Naturalezas Artificiales”.
He logrado un sistema proyectual capaz de utilizar un conjunto de elementos arquitectónicos industrializados, y capaz de crear edificios que tengan un ciclo de vida infinito. En este sentido sus componentes pueden recuperarse, repararse y reutilizarse de forma continuada y permanente, sin generar residuos, ni emisiones. Del mismo modo, estos edificios pueden desplazarse, reubicarse, crecer, modificarse de forma continuada, como si fueran organismos vivos. Por último, estos edificios, apenas consumen energía, e incluso puedo lograr con facilidad edificios bioclimáticos con consumo energético cero de energías no renovables.
En definitiva e identificado -e independizado- el universo de artefactos construidos por el hombre, dotándolo de sus propias leyes ecológicas, y sobre todo, integrándolo con la Naturaleza. Un nuevo tipo de arquitectura fruto exclusivo de la actividad humana, pero resultado del entendimiento profundo de la Naturaleza y perfectamente integrada en sus ciclos vitales. Unas nuevas “Naturalezas Artificiales”.
- El modelo de las Pirámides Invertidas es una teoría muy chocante que hace hincapié en el papel del arquitecto y su formación para lograr el diseño arquitectónico con un alto nivel de sostenibilidad, al menor precio posible. Por favor, explíquela de forma sencilla de entender.
Hace unos 10 años que realicé una clasificación, exponiendo todas las acciones sostenibles que se pueden llevar a cabo en un proyecto, y su precio. A este modelo lo denominé “el modelo de las pirámides invertidas”.
Me lleve una sorpresa ya constaté que las acciones con mayor eficacia medioambiental eran, curiosamente, las mas baratas. En cambio, las acciones con menor eficiencia medioambiental eran las más caras.
Pues bien, la mayor parte de la tecnología que se puede incorporar en un edifico es muy cara, y tiene muy poca eficiencia medioambiental. O lo que es lo mismo, la tecnología no aporta prácticamente nada al nivel de sostenibilidad de un edificio. Y además lo encarece.
En su lugar, las acciones relativas a un diseño depurado del edificio (orientación, forma, disposición de vidrios, disposición de la masa térmica, sistemas de ventilación natural, sistemas de iluminación natural, etc…) son las mas baratas, y las de mayor eficacia medioambiental.
Esto es tremendamente importante, y puedo afirmar que un buen diseño de un edifico supone un 80% en su nivel de sostenibilidad. En cambio, la utilización de la tecnología adecuada supone apenas un 5%. Pero lo que es peor, incorporar ciertas tecnologías a los edificios (sistemas de aire acondicionado, sistemas domóticos, etc…) puede reducir su nivel sostenible.
Por otro lado, un buen diseño del edificio no supone un incremento en el precio del edificio. En cambio, la incorporación de tecnologías lo encarece considerablemente.
Esto debería hacernos reflexionar, y obligar a los arquitectos a que se despabilen, y rechazar los “aditivos tecnológicos”, por muy sostenibles que se publiciten.
El nombre se debe a la forma concreta que se obtiene cuando se clasifican las acciones arquitectónicas por su coste económico y al mismo tiempo, por su eficacia medioambiental (como resultado de su evolución por medio de los indicadores efectivos).
- En muchas entrevistas señala el hecho de que los arquitectos "Vivimos en una tiranía visual" ...
Diccionario - Ver diccionario detallado
Así es. El arquitecto, de forma tradicional ha ido despreciando paulatinamente muchas de sus competencias profesionales. En lugar de estudiar mas y de trabajar mas (y por supuesto de cobrar mas), el arquitecto ha ido delegando muchos aspectos de su competencia profesional, a otros profesionales (cálculo de estructuras, cálculo de conductos, diseño de infraestructuras, diseño de instalaciones, diseño de interiores,...etc, etc... ). De este modo, han ocurrido dos cosas paralelas: el arquitecto tiene cada vez menos prestigio y valía social, y el arquitecto ha centrado su actividad profesional en la distribución y relación de espacios, y en el diseño de la envolvente del edificio, es decir, en su aspecto visual.
El arquitecto debe esforzarse muchísimo mas, y debe dar soluciones holísticas, a todos los aspectos de la arquitectura. Además, no debe olvidar en ningún momento, que el aspecto visual y escultórico de su obra es tan solo una mínima componente de lo que la sociedad le exige.
Los arquitectos no somos escultores urbanos que hacemos obras gigantescas.
Los arquitectos materializamos los anhelos del individuo y de la sociedad que, en cada momento, conforma.
Solo entendiendo esto, y obrando en consecuencia, los arquitectos recobraremos el papel que creemos tener en la sociedad. En ese momento dejaremos de ser unos estúpidos endiosados, y nos convertiremos en individuos respetados.
- Para Luís De Garrido "el futuro de la arquitectura de los próximos años se encuentra en Brasil ".... y diceque está listo para trabajar en breve en Brasil ....
Pues si, estoy bastante bien informado de la arquitectura de Brasil. Es mas, estoy trabajando en Brasil. De momento estoy involucrado en un proyecto en Salvador de Bahía, y he realizado un ambicioso proyecto de Torre de Telecomunicaciones multimedia y ecológica para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Espero presentar este proyecto en breve a las autoridades de Río y a los responsables de los Juegos Olímpicos.
No obstante, en España no se conoce muy bien el trabajo de los arquitectos de Brasil. Y es una pena, ya que es muy valioso.
Por ello me gustaría comentar que los arquitectos brasileños deben empezar a formarse y tener unos criterios claros a la hora de abordar un proyecto sostenible.
Actualmente Brasil está en la mira de muchas empresas de Estados Unidos, que incluso se están atreviendo a introducir sistemas de certificación sostenible en arquitectura, como el Leed. Estos sistemas de certificación no sirven para nada. Y si se generaliza su utilización se obtendrá una mala arquitectura, que nada tendrá de sostenible. Eso si, habrá empresas de certificación norteamericanas mas ricas, y profesionales brasileños (no arquitectos, o malos arquitectos) que se habrán buscado una fuente fácil de ingresos, sin hacer prácticamente nada. Sin duda, los sistemas de certificación constituyen el mayor peligro de la arquitectura sostenible.
Me preocupa tanto el tema que personalmente voy a organizar en Sao Paulo, el mayor congreso de arquitectura sostenible que se haya realizado hasta ahora. Y una de las cosas que se van a dejar claras es que las certificaciones solo tienen una finalidad mediática (green wash), y que no tienen utilidad alguna para lograr una arquitectura sostenible.
2. Sostenibilidad
El concepto global de sostenibilidad se presenta en 1987 con el informe Bruthland y transcurridos 23 años todavía no existe un concepto claro de la sostenibilidad aplicada a la arquitectura. Es subjetivo y cada uno ve de una manera diferente.
- ¿Por qué no difundir el concepto real de hecho, a fin de romper las muchas inercias en torno a este tema?
Me alegra mucho tu pregunta, ya que da de lleno al verdadero problema del desarrollo sostenible, en general, y de la arquitectura sostenible en particular.
El concepto de desarrollo sostenible que empieza conformarse en la sociedad s falso, ya que ha nacido en el seno de un sistema capitalista corrupto y en decadencia. Por tanto, TODO, absolutamente todo, de lo que se ha dicho respecto al desarrollo sostenible no ha ido en la dirección correcta, ya que el único objetivo ha sido seguir creando riqueza del mismo modo habitual, pero con otra apariencia. Un lobo disfrazado de oveja.
En el caso de la arquitectura sostenible es mucho peor todavía. A los enormes intereses económicos del sector se le suman los problemas de la visión “subjetiva” del arquitecto, incluso de los aspectos completamente objetivos de la arquitectura (como son todos los temas relacionados con la sostenibilidad).
Los intereses creados en torno a la arquitectura están haciendo que la sociedad vea como “sostenible” un edifico repleto de supuestas tecnologías avanzadas, y de supuesta eficiencia energética, y con supuestos materiales ecológicos, y con “aditivos gratuitos que hacen parecer al edifico mas ecológico, aunque en realidad lo convierten en mucho menos ecológicos (como jardines verticales, cubiertas aljibe, sistemas domóticos, ....y “caros “gadjets” similares.
No, la verdadera arquitectura sostenible debe rechazar lo gratuito y conseguir los mismos fines de forma más sencilla y económica. Voy a poner un ejemplo:
- Luís, como conceptualiza usted la arquitectura sustentable?
Pues lo tengo y siempre he tenido muy claro. De hecho a continuación expongo mi definición de Arquitectura Sustentable, que fue aceptada y validada por 12 de los mejores arquitectos del mundo, con ocasión de la Exposición Mundial de Arquitectura Sostenible, en la Fundación Canal, de Madrid, en el año 2010. Los arquitectos que la validaron fueron: Ken Yeang, Emilio Ambasz, Norman Foster, Richard Rogers, Antolio Lamela, David Kirkland, Jonathan Hines, Rafael de la Hoz, Iñigo Ortiz, Enrique León, Mario Cucinella y Winny Maas (MVRDV):
“La Arquitectura Sostenible es aquella que satisface las necesidades de sus ocupantes, en cualquier momento y lugar, sin por ello poner en peligro el bienestar y el desarrollo de las generaciones futuras. Por lo tanto, la arquitectura sostenible implica un compromiso honesto con el desarrollo humano y la estabilidad social, utilizando estrategias arquitectónicas con el fin de optimizar los recursos y materiales; disminuir el consumo energético; promover la energía renovable; reducir al máximo los residuos y las emisiones; reducir al máximo el mantenimiento, la funcionalidad y el precio de los edificios; y mejorar la calidad de la vida de sus ocupantes”. (Luís De Garrido. 2010)
Soy consciente que una simple definición no sirve para mucho. Por ello, y tras más de 20 años de experiencia, he creado un conjunto de acciones, cuya aplicación garantiza la consecución de una auténtica, verdadera y completa arquitectura sostenible.
Estas son las acciones:
1. Proteger el medio ambiente
Garantizar la integridad de la Biosfera
Reducir la fragmentación del Territorio
Percibir el entorno de forma holística
Reducir al máximo la pavimentación
Reducir la edificación en tierras de cultivo
Promover la edificación en altura y la compactación de la ciudad
Promover el reciclaje de las ciudades y evitar su expansión
2. Proteger la Fauna y la Flora
Preservar el ecosistema existente, y la Fauna y Flora locales
Conservar los Hábitats existentes
Garantizar la integración holística con el entorno
3. Asegurar la nutrición humana
Fomentar la producción local de alimentos
Reducir el transporte de alimentos
Reducir los fertilizantes
Asegurar que la dieta humana no genere cambio climático alguno
Promover el cultivo de alimentos en los edificios
Fomentar la autosuficiencia de agua en los edificios
4. Modificar el estilo de vida humano y sus valores culturales
Reevaluar las necesidades humanas
Reevaluar las necesidades sociales
Satisfacer las necesidades humanas básicas
Garantizar la integración con el entorno histórico y social
Asegurar una actividad humana sin impacto en la Naturaleza
Asegurar una actividad humana sin impacto negativo en el Clima
5. Mejorar el bienestar humano y su calidad de vida
Proyectar con materiales saludables
Proyectar con materiales no emisivos
Diseñar con ventilación natural
Satisfacer las relaciones sociales humanas
Mejorar la calidad de vida humana
6. Optimizar recursos (naturales y artificiales)
Proyectar para durar
Proyectar para recuperar
Proyectar para reparar y reutilizar
Proyectar para reciclar
Proyectar para desmontar
Proyectar para reintegrar
7. Fomentar la Industrialización y la prefabricación
Proyectar para industrializar
Proyectar con componentes modulares
Proyectar con componentes prefabricados
8. Reducir al máximo las emisiones y los residuos
Proyectar para reutilizar
Proyectar para gestionar y reducir residuos
Proyectar con soluciones constructivas sencillas
Reducir la contaminación
Reducir los residuos
Proyectar con materiales no emisivos
Proyectar con materiales biodegradables
Proyectar con residuos
9. Fomentar el uso de energías naturales renovables
Proyectar con energía solar
Proyectar con energía eólica
Proyectar con energía geotérmica
10. Reducir el consumo de energía
Proyectar con materiales locales
Proyectar con soluciones constructivas simples
Proyectar con mano de obra local
Fomentar la autosuficiencia energética en los edificios
Proyectar con tipologías bioclimáticas de edificios
Proyectar soluciones constructivas de alta eficiencia energética
Proyectar con la menor cantidad posible de artefactos
11. Reducir el coste y el mantenimiento
Proyectar de forma integrada al entorno económico
Proyectar con soluciones sencillas
Proyectar para prolongar el ciclo de vida de los edificios
Proyectar con soluciones tecnológicas sencillas y adecuadas
12. Cambiar los sistemas de transporte
Reducir el número de automóviles
Asegurar la utilización de suelo proporcional al transporte público
Fomentar los desplazamientos a pié y en bicicleta
Invito a los lectores de esta entrevista que estudien estos puntos y que con ellos analicen algunos de los edificios que la sociedad actual les ha “vendido” como “sostenibles” (o “sustentables”).
Es evidente que la desproporción entre lo que hay que hacer y lo que hay hecho es descomunal. Y lo que es peor, en muchos casos hay que ir en la dirección contraria.
Todo está por hacer.
- La sostenibilidad dentro de un proyecto es mesurable? Se puede medir? Se puede medir cuán sustentable es un proyecto?
Por supuesto. Para medir el grado de sostenibilidad de un edificio se han definido los indicadores sostenibles.
La formalización de un conjunto de indicadores sustentables es una tarea compleja. Cada indicador debe tener un carácter general y debe ser muy fácil de evaluar. Del mismo modo no debe solaparse con ningún otro y, no debe ni sobrar ni faltar ninguno. Por último, la totalidad de los indicadores debe proporcionar de forma precisa el grado de sostenibilidad de una determinada construcción.
Con la finalidad de identificar los indicadores que deban regular el grado de sostenibilidad de un edifico, en primer lugar habría que empezar por identificar los objetivos generales que deben lograrse para conseguir una arquitectura exhaustivamente sustentable. Estos objetivos constituyen, por tanto, los pilares básicos en los que se debe fundamentar la arquitectura sustentable.
Estos pilares son los siguientes:
1. Optimización de los recursos y materiales
2. Disminución del consumo energético y fomento de energías renovables
3. Disminución de residuos y emisiones
4. Disminución del mantenimiento, explotación y uso de los edificios
5. Aumento de la calidad de vida de los ocupantes de los edificios
El grado de consecución de cada uno de estos pilares básicos constituye por tanto el nivel de sostenibilidad de una construcción.
Sin embargo, estos pilares básicos son muy generales y ambiguos. Por ello, se hace necesario dividirlos en varias partes, de tal modo que sean diferentes entre sí, y al mismo tiempo, fáciles de identificar, de ejecutar, y de evaluar. Estas partes se denominarán “indicadores sustentables”, y servirán tanto para evaluar el grado de sostenibilidad de un determinado edificio (si el edificio ya está construido), como para dar las pautas para la construcción de un edificio 100% sustentable (para el proyecto de nuevos edificios).
De este modo, los indicadores se convierten en un conjunto de pautas a seguir para la consecución de una arquitectura sustentable. Por tanto, el grado de cumplimiento de cada indicador, nos puede proporcionar un valor cuantificable, que constituye su nivel de sostenibilidad.
Una arquitectura realmente sustentable debería cumplir de forma exhaustiva con todos los identificadores.
Los indicadores sustentables proporcionan una información exhaustiva de las características que debe tener una arquitectura entera y exhaustivamente sustentable. No puede dejarse de cumplir ningún punto, a menos que haya una justificación o un impedimento social, tectónico, económico que no pueda resolverse.
Del mismo modo, los indicadores sustentables también pueden usarse para medir el grado de “sostenibilidad” de un edifico ya construido.
Por supuesto, todos estos indicadores no tienen el mismo valor relativo, es por ello que hay que utilizar coeficientes correctores. Del mismo modo, muchos indicadores están relacionados, por lo que hay que llegar a un compromiso, dependiendo del entorno social y económico concreto. Por ultimo, llevar a cabo cada indicador no tiene el mismo coste económico, por lo tanto, hay que potenciar aquellos que son más efectivos y más económicos, sobre los más caros e ineficaces.
A continuación se presentan los 38 indicadores sustentables que posibilitan la creación de “Naturalezas Artificiales”, como máximo exponente de la arquitectura sustentable.
1. Optimización de los recursos y materiales
1.1. Utilización de materiales y recursos naturales.
1.2. Utilización de materiales y recursos duraderos
1.3. Utilización de materiales y recursos recuperados
1.4. Reutilización de materiales y recursos
1.5. Utilización de materiales y recursos reutilizables
1.6. Grado de reutilización de los materiales y recursos utilizados
1.7. Utilización de materiales y recursos reciclados
1.8. Utilización de materiales y recursos reciclables
1.9. Grado de reciclaje de los materiales y recursos utilizados
1.10. Grado de renovación y reparación de los recursos utilizados
1.11. Grado de aprovechamiento de los recursos
2. Disminución del consumo energético
2.1. Energía utilizada en la obtención de materiales de construcción
2.2. Energía consumida en el transporte de los materiales
2.3. Energía consumida en el transporte de la mano de obra
2.4. Energía utilizada en el proceso de construcción del edificio
2.5. Consumo energético del edificio
2.6. Idoneidad de la tecnología utilizada respecto a parámetros intrínsecos humanos
2.7. Grado de utilización de fuentes de energía naturales mediante el diseño del edificio y su entorno. (Grado de Bioclimatismo).
2.8. Inercia térmica del edificio
2.9. Grado de utilización de fuentes de energía naturales mediante dispositivos tecnológicos.
(Grado de integración arquitectónica de energías alternativas).
2.10. Consumo energético en la deconstrucción del edificio
(desmontaje, demolición, tratamiento de residuos, etc.).
3. Disminución de residuos y emisiones
3.1. Residuos y emisiones generados en la obtención de los materiales de construcción
3.2. Residuos y emisiones generados en el proceso de construcción del edificio
3.3. Residuos y emisiones generados durante la actividad del edificio
3.4. Residuos y emisiones generados en la deconstrucción del edificio.
4. Disminución del mantenimiento, explotación y uso de los edificios
4.1. Adecuación de la durabilidad del material a su vida útil en el edificio
4.2. Energía consumida cuando el edificio está en uso
4.3. Energía consumida cuando el edificio no está en uso
4.4. Consumo de recursos debido a la actividad en el edificio
4.5. Emisiones debidas a la actividad en el edificio
4.6. Energía consumida en la accesibilidad al edificio
4.7. Grado de necesidad de mantenimiento del edificio
4.8. Entorno socio-económico y costes de mantenimiento.
4.9. Coste del edificio
5. Aumento de la calidad de vida de los ocupantes de los edificios
5.1. Emisiones nocivas para el medio ambiente
5.2. Emisiones nocivas para la salud humana
5.3. Índice de malestares y enfermedades de los ocupantes del edificio
5.4. Grado de satisfacción y bienestar de los ocupantes
- El término "arquitectura sostenible" siempre ha tenido un significado vacío. ¿Usted no cree que dicho término debería estar implícito en el concepto de una buena arquitectura?
Si, debería. Pero el caso es que no está.
Piense usted en un arquitecto que se considere que hace una “buena arquitectura”. Acto seguido haga un análisis de sus características sostenibles, respecto de los 5 pilares expuestos y los 38 indicadores sostenibles. Como resultado se tiene que dicho arquitecto no hace “buena arquitectura”, es decir, es mal arquitecto. Una deducción sencilla.
- Ha llegado un punto extremo en el que la sostenibilidad es vista por la sociedad, por la mayoría de los arquitectos y principalmente por el mercado, como una etiqueta o un certificado que se estampa en la pared del edificio. ¿En qué y a quién podemos atribuir este cambio enorme de significado?
Por desgracia esto es así. La base del problema es que hasta el momento no se ha definido con precisión lo que debe entenderse como arquitectura ecológica, ni cuales deben ser sus características concretas.
Por un lado los intereses económicos y políticos están llevando a la arquitectura por una dirección errónea, fomentando el uso de artefactos supuestamente ecológicos, que eliminan el carácter ecológico de la arquitectura, y a la vez, la encarecen. Por otro lado, los profesionales están dotando al concepto de arquitectura ecológico un componente subjetivo que no debería tener (hay tantos conceptos de arquitectura sostenible, como arquitectos en el planeta). Esta combinación de interés e ignorancia, ha dejado vía libre a un hecho insólito y sin precedentes: la aparición de certificaciones supuestamente ecológicas, y de sellos supuestamente ecológicos (que se aplican después de estar diseñado y construido el edificio), que encarecen mucho mas la arquitectura, la llenan de artefactos, y la alejan todavía mas de la meta correcta.
El mayor peligro para la arquitectura sostenible de Brasil son precisamente las certificaciones. El uso de las certificaciones no solo no fomenta la arquitectura sostenible, sino que la aparta del camino correcto para su evolución futura.
La solución no es otra que los arquitectos tomen el liderazgo de la sostenibilidad, y se centren e formarse en diversas disciplinas ecológicas y en hacer un buen proyecto arquitectónico. Solo un buen diseño racional y honesto es el que proporcionará una verdadera arquitectura sostenible, sin necesidad de artefactos, sellos, ni manipulación mediática. En este sentido, existe –a nivel internacional- un puñado de arquitectos capaces y sensibles que se han impuesto el reto profesional y personal de crear una buena arquitectura ecológica. El análisis de sus obras es el que proporcionará a la sociedad las bases de lo que debe entenderse por una verdadera arquitectura ecológica. Unos proyectos son más completos y acertados que otros, pero sin duda, el conjunto proporciona el verdadero camino a seguir por todos los arquitectos del planeta.
En este sentido me gustaría comentar que he realizado en la mejor sala de exposiciones de Madrid (la Fundación Canal, con más visitas a su página que el Museo del Prado y el Reina Sofía) una exposición Mundial de Arquitectura sostenible. La exposición es muy completa, tiene un fuerte carácter formativo, y ha sido visitada por 25.00 personas.
Acciones como esta (gratuitas para la sociedad y el profesional) son las que se necesitan para fomentar la arquitectura sostenible. Y olvidarnos de los sellos y certificaciones inútiles.
- Pero la pregunta es: ¿Por qué se sigue actuando de este modo, si se disponen de todos los medios para hacer un edificio realmente sostenible?. ¿Cuál es el problema, si es que existe?. Una promotora desea hacer un edificio modélico, sabe que le cuesta el mismo dinero que otro edificio, cuenta con los arquitectos adecuados, cuenta con la información precisa….y decide no hacer nada de eso, y seguir haciendo lo de siempre, pero pretende venderlo como “sostenible”, y “respetuoso con el medio ambiente”, simplemente negociando y comprando un sello sostenible. (Me gustaría recordar que estos sellos se compran, y no son baratos).
- ¿Qué es lo que impulsa a los promotores a hacer este tipo de ejercicio? - Hacer lo que siempre han hecho, y manipular al ciudadano, en lugar de hacer algo mejor, por el mismo precio?.
He meditado mucho sobre este tema, y la conclusión a la que he llegado se sustenta en dos fenómenos, uno social, y otro económico.
- El social es el más peligroso, y se basa en la misma naturaleza humana. Resulta que se ha descubierto que, a lo largo de la evolución humana, una mutación genética favorable en el humano, va seguida casi de inmediato por un descubrimiento científico importante (por ejemplo, el descubrimiento del fuego, de la rueda, de la silla de montar….). En cambio, se pueden tardar generaciones enteras hasta que el nuevo descubrimiento sea aceptado por la sociedad. La inercia cultural es enorme. Y quizás incluso sea un mecanismo evolutivo que proteja al hombre, pero que al mismo tiempo lo deja desvalido ante la evolución.
- El económico es más sencillo, y mucho más fácil de corregir. Resulta que cuando un hombre de negocios descubre una forma de hacer dinero, desea seguir explotándola de forma indefinida, sin límite alguno. Crean una primera etapa de innovación, y continúan con la de explotación. Intuyen que deben seguir innovando, pero cuanto menos mejor. Si pueden hacer lo mismo toda su vida, ganando más dinero, mejor!.
Es por esto por lo que se ha escrito el libro “quien ha robado mi queso”, para informar a los empresarios, que el queso hay que buscarlo en cada momento y con un esfuerzo continuado. Y así me consta que se hacen en muchas empresas. Pero el caso de la construcción no es igual.
El proceso constructivo es casi-un-monopolio, por lo que se pueden permitir el lujo de no innovar. De este modo, todos los promotores hacen lo mismo, con el mismo modelo de negocio, ya que el cliente no tiene donde elegir.
De este modo se han acostumbrado tanto a un proceso sin cambios, que tienen un verdadero pánico al cambio, y a la necesidad de innovación, aun incluso cuando su supervivencia está en juego. Por esto, a pesar de tenerlo todo en sus manos, y emprender un nuevo rumbo (como el ratón avispado), se quedan llorando en la celda sin queso, llorando, reclamando “su” queso, e intentando manipular a todos cuantos le rodean para seguir comiéndolo, sin más esfuerzo.
Estos dos fenómenos dejan un tanto desvalidos tanto al ciudadano, como al medio ambiente.
- ¿Podría aclararnos porque las certificaciones sostenibles, que tanto abundan, no tienen ninguna utilidad, y además constituyen un peligro para la arquitectura sostenible?
Me agrada mucho que me haga esta pregunta, ya que el mayor peligro actual para el desarrollo e implantación de una auténtica, honesta y verdadera arquitectura sostenible son precisamente estas supuestas certificaciones sostenibles. El uso de las certificaciones no solo no fomenta la arquitectura sostenible, sino que la aparta del camino correcto para su evolución futura.
Este tipo de certificaciones supuestamente sostenibles no tienen ninguna utilidad, por los siguientes motivos:
1. Concepto base.
La sostenibilidad es una cuestión básicamente de decisiones generales de diseño arquitectónico: orientación sur de la plana fachada sur, extensión longitudinal este-oeste, tipología con patio central, intercambiadores arquitectónicos de calor, espacios verticales de comunicación, chimeneas arquitectónicas de extracción de aire caliente, ubicación de la mayor parte de vidrios al sur, no poner vidrios al oeste ni al este si no son estrictamente necesarios, fachadas ventiladas, sistemas naturales de ventilación, etc, etc….
Prácticamente el 90% de una auténtica arquitectura sostenible SOLO son decisiones arquitectónicas. Es decir, consiste en la redisposición de los espacios y objetos arquitectónicos habituales y ya existentes, y en la buena toma de decisiones, sin coste adicional alguno. El otro 10% concierne a detalles constructivos, tecnologías y materiales especiales.
Pues bien, las supuestas certificaciones sostenibles prácticamente no tiene en cuenta para nada el diseño arquitectónico (responsable de un 90% del nivel de sostenibilidad de un edificio), y se centran en cuestiones relativas a sistemas de recogida de agua, sistemas alternativos de energía, vidrios espaciales, sistemas de control, sistemas de gestión del edificio,… en definitiva, en los aspectos menos importantes de la sostenibilidad de un edificio (el 10% restante).
O lo que es lo mismo, lo que pretenden calificar las supuestas certificaciones sostenibles, es una mínima fracción del nivel de sostenibilidad de un edificio, que además es justo lo que lo encarece.
En definitiva, detrás de estas supuestas certificaciones sostenibles, simplemente hay un encubrimiento de la venta de tecnologías y materiales especiales que no sirven para nada.
Voy a poner un ejemplo. En el transcurso de la certificación energética, los certificadores pueden aconsejar que se ponga un vidrio muy especial, que reduzca el calentamiento de un edificio. Este consejo aumentaría, según ellos el nivel de sostenibilidad del edificio, al ahorrar consumo energético de aire acondicionado. Sin embargo, en realidad es una estupidez, porque el arquitecto podría haber diseñado en las fachadas de su edificio huecos más pequeños, y mejor orientados, que garantizaran las vistas y el nivel de iluminación deseados, que no necesitaran vidrios especiales, y que además, el edificio fuera mas barato…… En definitiva, las supuestas certificaciones sostenibles simplemente fomentan el encarecimiento de los edificios, y la utilización de materiales y tecnologías caras, que además ni siquiera serían necesarias, si el edificio estuviera bien diseñado.
Es más o menos como la definición de matrimonio de Woody Allen: “la relación matrimonial es un pacto para intentar resolver los problemas que, de no haber matrimonio, no existirían”. (genial!).
Por si fuera podo, el uso generalizado de este tipo de supuestas certificaciones sostenibles es que el arquitecto crea que la arquitectura sostenible no es cosa suya (o como mucho crea que simplemente es cuestión de poner una fachada ventilada, unos parasoles y una cubierta vegetal, como esta ocurriendo ya), y que simplemente es cuestión de los aditivos tecnológicos, del ingeniero, o del promotor. Esto es doblemente peligroso porque como resultado se tendrían edificios mucho más caros y muchísimo menos sostenibles.
Y lo que es peor, el concepto de arquitectura sostenible resultante sería erróneo y no serviría para nada…..
Esto es lo que está ocurriendo.
Y todo porque?... por el ansia de ganar dinero fácil de las “Green-Building-easy-bussines”, en base a la actual ignorancia generalizada y la pasividad del arquitecto y de la sociedad.
2. Ámbito global
La arquitectura sostenible, al igual que cualquier faceta del desarrollo sostenible, es algo completamente local. Por tanto, aplicar unos supuestos y unos programas informáticos y una concepción de la arquitectura realizadas en Washington o en Londres, y pretender aplicarlos a cualquier rincón del planeta, es una soberana bellaquería.
Y esto es lo que fomentan las “Green-Building-easy-bussines”.
3. Técnicos evaluadores.
Es curioso, en cualquier rincón del planeta, al hablar de sostenibilidad, en todos los congresos se hace referencia a las “Green-Building-easy-bussines”, (menos en los congresos que yo organizo o asesoro), y se invita a uno de sus representantes. Es curioso que estos representantes tienen siempre, en cualquier rincón del planeta, el mismo perfil: suelen ser ingenieros civiles (que no tienen absolutamente ni idea de arquitectura), asociados a un mal profesor universitario (sin idea alguna, sin pasión, sin talento, y sin nada. –por eso ha sido elegido-) para “bendecir” su labor. O lo que es lo mismo, son profesionales iletrados que ven en este asunto de las certificaciones supuestamente sostenibles una fuente de ingresos, y un futuro profesional fácil, aprovechándose de la ignorancia de la sociedad y del arquitecto; y del afán de distinción y notoriedad del promotor que los contrata).
4. Organismos evaluadores.
Las “Green-Building-easy-bussines”, son empresas privadas con ánimo de lucro, y que por tanto harán lo posible por lucrarse, dejando de lado la autenticidad de lo que hacen, todavía mas en cuanto que su actividad no está regulada por Ley. Y no tiene responsabilidad ni civil, ni penal. En definitiva un campo de cultivo perfecto para sacarle el dinero a los idiotas.
O lo que es lo mismo, con el fin de ganar dinero las “Green-Building-easy-bussines”, no dudarán en poner a cualquier edificio, por malo que sea, el adjetivo de “golden”, o “platinum”, siempre que se les pague. Quizás necesiten una mínima justificación para que no se les vea el plumero, pero su labor siempre estará bajo sospecha.
Para mi, estas evaluaciones solo tendría alguna validez (y muy poca según lo expuesto en el punto 1), si el organismo evaluador fuera estatal y no privado, estuviera regulado por Ley, y fuera gratis, o casi gratis. Es decir, que no se ganara dinero con ello, y que lo hiciera un funcionario público.
Hace poco he tenido la oportunidad de ver un edificio en la ciudad de Santo Domingo, evaluado por una de estas Building-easy-bussines”. Pues bien el promotor del edifico ha tenido que pagar 30.000 dólares (aunque me dijo que una empresa chilena les pedía 100.000 dólares) para que les otorgaran un ”golden”.
Me llevé las manos a la cabeza.
Con ese dinero se paga el proyecto de ejecución del edificio y la cuarta parte del edificio!.
Es edifico tiene un diseño bastante malo, y si me obligaran a dar mi opinión y calificarlo desde un punto de vista de la sostenibilidad, lo mas amable que saldría por mi boca (dada la amistad que me une con el promotor) es que derribara el edificio y construyera otro. Y no es una exageración, si un edificio está mal diseñado, por mucho que se haga para mejorar su comportamiento sostenible lo único que se logrará es mejorar muy ligeramente su comportamiento, a cambio de un precio ridículamente alto (como dicen en España: “costará mucho mas el caldo que el pollo”).
5. Adjetivos y etiquetas resultantes de la evaluación.
Supongo que por el hecho de ir dirigidos a un público ignorante, pero con ansias de notoriedad, las etiquetas resultantes de la evaluación de estas certificaciones supuestamente sostenibles, son histriónicas e infantiles; “plus”, “golden”, “platinum”…
Y si muchos malos edificios tienen esta calificación (la mayoría), no puedo evitar pensar en la calificación que deberían tener los edificios realizados por cualquiera de mis alumnos (por comparación). Los edificios de mis alumnos deberían tener la calificación de “criptonitum plus plus plus”. Y los edificios realizados por buenos profesionales deberían ser calificados como “Supernova criptonitum super plus”. Y los edificios realizados por los arquitectos de mayor nivel (Ken Yeang, Jonathan Hines, Hansen and Petersen...) deberían ser calificados como “Big Bang criptonitum por Snoopy lo mas plus de lo plus”,…. En fin, completamente ridículo.
En resumen, pienso sinceramente, por todo lo expuesto y por muchas mas razones, que estas certificaciones supuestamente sostenibles no sirven para nada, y que solo existen debido a la ignorancia y pasividad de la sociedad y de los arquitectos; y del afán de distinción y notoriedad del promotor que los contrata. Los promotores quieren distinguirse en la nueva sociedad sostenible del futuro, quieren posicionarse rápidamente en el nuevo mercado sostenible global y no dudan en pagar mucho por ello. El caso es que lo que pagan, no sirve para nada, y lo que es peor, supone un obstáculo enorme para el desarrollo de un verdadero desarrollo sostenible, y en concreto de una auténtica arquitectura sostenible.
En su lugar, el diseño sostenible debería enseñarse en todas las facultades de Arquitectura del mundo. Y así los edificios serían muy buenos, mucho más baratos, y no se titaría el dinero en certificaciones que no sirven para nada.
Pero,… “¡con la Iglesia hemos topado amigo Sancho!”.
- ¿Cuáles son los objetivos centrales de su trabajo para lograr un alto grado de sostenibilidad?
Ser honesto. Trabajar muy duro. Seguir mi propio camino. Estudiar mucho.
- ¿Cómo quedan las cuestiones estéticas y formalistas cuando pensamos en un diseño bioclimático?
Muchos arquitectos diseñan lo que les viene en gana, y después poner cuatro cosillas para justificar un mejor comportamiento medioambiental de su edificio.
Me parece ridículo. Me da vergüenza ajena.
El verdadero diseño arquitectónico es holístico. Como no puede ser de otro modo.
- ¿Cual es la ciudad que mejor ha entendido la convivencia entre Arquitectura y Naturaleza, y porqué?
Para mi, en este sentido existen dos ciudades modélicas ya existentes: Seatle y Reikiavic (y por extensión, toda Islandia), y una sola ciudad en proyecto: Masdar City.
Seatle es un ejemplo de cómo una ciudad norteamericana ha sabido compactarse, culturizarse y auto controlarse en la dirección medioambiental, social y cultural correcta (y eso que, estando en Estados Unidos, su nivel inicial era muy bajo). Que yo sepa es la primera ciudad que empezó a utilizar indicadores sostenibles para canalizar su desarrollo sostenible.
Reikiavic es una ciudad de una nación pobre, ubicada en una isla aislada (valga la redundancia) y extremadamente fría, con pocos recursos. A pesar de eso ha sabido utilizar la energía geotérmica y del mar para conseguir una autosuficiencia energética limpia, y un desarrollo sostenible.
Masdar City es una ciudad que actualmente se está creando, impulsada por el Emirato Árabe más rico de todos: Abu Dabi. Este emirato ha sabido esperar, aprender y no cometer los mismos errores que su hermano pobre Dubai, con todas las catástrofes sociales, humanas, económicas y medioambientales que ha cometido. En lugar de hacer pendejadas arquitectónicas llamativas y caóticas, Abu Dabi ha estructurado su desarrollo en tres pilares; la cultura (a través de una jerarquía que pivota en 5 grandes museos), la sociedad (haciendo una ciudad para que funciones como tal, y no un nuevo “Disney Dubai World”), y la sostenibilidad (haciendo asentamientos autosuficientes en agua, energía y alimentos). Este es el caso de la nueva ciudad Masdar City.
3. América Latina
- El enorme déficit de viviendas y la falta de mejores y más propuestas coherentes para la vivienda social en América Latina es un tema muy recurrente. La demanda de nuevas viviendas en Brasil supera los 6 millones. ¿Cómo analiza estos temas con referencia a este gran reto de la arquitectura?
Pues en Brasil pasará lo mismo que ha pasado en España y en otros países: se van a edificar montones de viviendas, muchas de ellas se publicitarán como “sostenibles”, y ninguna de ellas tendrá prácticamente nada con la sostenibilidad. Pondría la mano en el fuego a que pasa esto. El mentir, manipular, ir por el camino fácil, y a aprovechar rapidamente la posibilidad de ganar dinero fácil es algo intrínseco a la naturaleza humana...... La sociedad necesita educarse, al igual que un niño necesita educarse.
No obstante, entre tantas viviendas que se van a construir, igual pueden encontrarse un puñado, realizadas por arquitectos honestos y preparados, que realmente sean sostenibles.
- Usted cree que hay solución para el modelo de desarrollo urbano horizontal de baja densidad de las ciudades de América Latina? ¿Cómo se podría reciclar y mejorar dichas ciudades de manera sostenible?
Pues para toda América solo propongo un modelo urbano inicial. Sin éste modelo no se pueden dar otros.
Se trata de la compactación de la ciudad en base a pocas acciones concentradas encaminadas a fomentar las infraestructuras y la calidad de vida humana. Se trata de generar con dinero público “hitos icónicos” en la ciudad, deseados por todos los ciudadanos, para que la iniciativa privada acabe de desarrollar la ciudad en torno a ellos, de una forma ordenada, útil y jerárquica. De este modo se recicla y se compacta de forma adecuada. Es mucho lo que hay que hacer, pero cuanto antes se empiece, antes se acaba.
El proceso es similar al que se ha ensayado con éxito en muchas ciudades españolas, pero sobre todo en Valencia. En la Comunidad Valenciana impera una derecha “blaverista” de tinte pueblerino e iletrado, que se ha anquilosado y perpetuado. Como el gobierno central es socialista, no favorece la transferencia de fondos que se le demanda por la autonomía levantina. Por ello Valencia ha tenido que idear una forma endógena de crear riqueza:
1. Se construyen grandes edificios e infraestructuras que den que hablar y atraigan el interés de la gente (con independencia de su utilidad).
2. Hecho esto, se proporcionan todas las facilidades posibles (incluida corrupción política y administrativa) para que los promotores construyan alrededor de estas actuaciones.
3. El dinero obtenido por la venta de inmuebles se reparte con la administración autonómica, y asunto concluido. Es una forma indirecta de que el ciudadano pague de buena gana, con independencia de la calidad de lo que se le vende.
En realidad se trata de una vieja estrategia; “la zanahoria que atrae al burro”.
Una estrategia básica, pero muy útil cuando se necesitan cambios urgentes, y con pocos recursos.
- Aunque la mayoría de sus obras se centran en España, especialmente en Valencia, ya ha trabajado en Colombia y México. Como se observa la producción arquitectónica de estos países? Ellos están preocupados por la sostenibilidad de los edificios?
De todos los países del mundo creo que los únicos países verdaderamente interesados en la sostenibilidad son los países nórdicos.
4. Escenario Español / Actividad Profesional
- La teoría del modelo de las Pirámides Invertidas es muy positiva porque hace hincapié el papel del arquitecto y su formación para lograr tan solo con el diseño arquitectónico un alto grado de sostenibilidad sin hacer uso de los tan conocidos aditivos tecnológicos. Esta es su teoría? Por favor, aclárenos este concepto.
Así es. La responsabilidad del 90% de la sostenibilidad en la arquitectura recae enteramente en el diseño arquitectónico y las decisiones del arquitecto. Lo demás son materiales especiales, tecnologías y nuevas soluciones constructivas. Y este 10% es lo único que puede encarecerla.
- ¿Cómo es la norma española de construcción con respecto a cuestiones fundamentales como la eficiencia energética, reducción de emisiones y confort ambiental? Hay supervisión, o todavía es auto aplicable?
El Código Técnico en España (CTE) no tiene nada que ver con la arquitectura sostenible. Han sido los políticos los que se han encargado de divulgar esta falacia.
- Dentro del concepto de innovación, podemos destacar dos tipos: la innovación incremental que realza y mejora un producto o lo medio para lograr algo, y la innovación radical, que se mueve a pasos más grandes, impulsado por ruptura de paradigmas en los que asume un riesgo potencial mucho mayor. ¿En cuál de los dos conceptos se ajusta sus trabajos?
Para mi cada trabajo es una ocasión para reinventar la arquitectura.
- Díganos qué pasaría si las interpretaciones de casos y las decisiones del proyecto a fin de lograr un diseño bioclimático se equivocan?
Sencillamente, el proyecto puede comportarse todavía peor de lo que se comporta un edificio convencional. Por tanto hay que tener cuidado y no cometer errores ni hacer frivolidades que solo persigan un fin mediático.
Es tal el desconocimiento que se tiene de bioclimatismo que , con mi experiencia puedo afirmar cosas como la siguiente: cuanto mas habla un profesional de “ventilación cruzada”, “sistemas pasivos”, menos sabe de bioclimatismo. Sencillamente se ha creído lo que ha leído en un sencillo manual. Manual que ha su vez ha sido escrito, seguramente en otro país (habitualmente Costa Rica o Francia) por alguien que ha leído otro manual...y así hasta los años 60. Como resultado se tiene que todo el mundo habla de lo mismo, sin haber experimentado nada de forma personal. De este modo se perpetúa la ignorancia y la incompetencia.
- Examina cómo la formación de sus estudiantes a unirse al curso? Ellos ya llevan el conocimiento de las estrategias bioclimáticas para el desarrollo del diseño arquitectónico bueno?
Solo elijo a unos 15 estudiantes cada año. Y los formo con dedicación personal, de mejor forma que puedo. Mis alumnos son mis amigos, y mi familia cada año. Los cuido, y les doy lo mejor de mí. Tengan la preparación que tengan (muy deficitaria en general).
- Ya sabemos que aproximadamente 50 a 100% de las emisiones de carbono que están causando cambios sin precedentes del clima se atribuyen a la construcción y el funcionamiento de nuestro ambiente construido. Hoy quitamos de la tierra 20% más de lo que nosotros podemos reponer. Nos enfrentamos a un problema que parece monumental y muy pocos son los que se sienten preparados para esa tarea. Cree en el "ecocidio" como le sucedió a la Isla de Pascua para nuestro país?
Pues es un riesgo mucho mas cercano y posible de lo que parece. La gente nunca piensa que un día va a morir. Y las sociedades tampoco piensan nunca que van a perecer. Pero el caso es que todas las personas vamos a morir (y nuestra duración dependerá de como nos cuidemos), y todas las sociedades van a desaparecer (dependiendo de como gestionen sus recursos naturales).
El desarrollo económico podría seguir un modelo equivocado como el Norteamericano, o el Chino. Lo que lo acercará lentamente a su decadencia.
En su lugar, Brasil podría crear un nuevo modelo autóctono d desarrollo sostenible, en equilibrio con su ecosistema.
Tarea difícil en un país que todavía existe la esclavitud y que se tala a destajo la selva amazónica. Pero es posible.
- Desafortunadamente, hoy, en el mercado actual lo que tiene la reputación de ecológico es más caro que otro producto similar que no llevan el mismo "sello". ¿Por qué ocurre esto? ¿Cómo es esta relación dentro de sus proyectos? ¿ ellos tienen un precio competitivo de construcción
Mis edificios tienen un nivel enorme de sostenibilidad y cuestan menos de un edificio convencional.
Es mas, afirmo que una arquitectura si es más cara de lo convencional, sencillamente no es sostenible. Ya que el sobreprecio se debe a un mal concepto arquitectónico y a decisiones equivocadas.
El origen de la idea de que la arquitectura sostenible es más cara de la convencional tiene dos orígenes.
1. Mucha arquitectura convencional es sencillamente muy mala. Ni siquiera satisface mínimamente las necesidades humanas. Por tanto es barata pero precaria.
2. Se tiene un concepto equivocado de lo que es la arquitectura sostenible. Las empresas de tecnología desean favorecer la venta de sus supuestos productos ecológicos y tener buenas relaciones con los arquitectos. Por tanto se ha adoptado la idea mas cómoda posible de que la arquitectura sostenible es la misma arquitectura convencional, pero repleta de “gadgets” sostenibles. (aires acondicionados, sistemas domóticos, vidrios tintados especiales, materiales extraños, tecnologías avanzadas....). Por tanto, si a una arquitectura convencional se le añaden cosas, sencillamente se obtiene una arquitectura mucho más cara.
Lo que ocurre es que esta arquitectura resultante nada tiene de sostenible, y a demás es mala arquitectura.
La buena arquitectura y la verdadera arquitectura sostenible es una arquitectura diferente, mejor pensada, sin aditivos tecnológicos inútiles, y sin materiales innecesarios y caprichosos.
Es hora de dejarnos de tonterías y de hacer una buena arquitectura, lejos de las inercias de los arquitectos dinosaurios, lejos de los intereses comerciales, y lejos de propuestas puramente visuales.
Los arquitectos deben de dejar de jugar como niños ignorantes, caprichosos e irresponsables, y deben empezar a comportarse como adultos.
5. Exposición Mundial de Arquitectura Sostenible “Hacia Otras Arquitecturas” / Eco Urbanismo
- Luís, eres el comisario de la exposición "hacia otras arquitecturas" que está ocurriendo en Madrid, donde muestra 24 proyectos en 12 grandes nombres de la arquitectura en el escenario mundial. ¿Cómo fue el criterio para la selección de estos arquitectos y sus obras?
He elegido a los mejores arquitectos del mundo involucrados con la arquitectura sostenible. He elegido dos de sus mejores proyectos.
La idea es que haya proyectos de todo tipo, con diferentes objetivos, entornos y puntos de vista.
Cada proyecto no es modelito, ni lo pretende ser.
Pero la suma de los 24 proyectos da una idea exacta de lo que debe entenderse por arquitectura sostenible.
Esta exposición es muy importante para mí, ya que existe en la actualidad una desinformación generalizada sobre lo que es y lo que debe ser la arquitectura sostenible.
- Entre los trabajos preciosos, dos grandes proyectos en una escala más generosa: Las ciudades ecológicas y autosuficientes de Masdar City del arquitecto Norman Foster, en Abu Dhabi y la Eco-ciudad en el territorio español de la oficina neerlandesa MVRDV. Examina cómo estos dos grandes proyectos coherentes y ambiciosos?
La ambición esta mal vista en la actualidad porque se le da a la palabra un significado incorrecto, ligado a un concepto de enriquecimiento económico y sin escrúpulos. Sin embargo, la ambición, en su correcto significado, es algo fundamental para el desarrollo humano.
Sin la ambición todavía estaríamos comiendo en cunclillas comiendo carne podrida de un antílope abatido.
Y la ambición es la que nos puede ayudar para hacer las cosas bien hechas.
Por tanto estos dos proyectos son un modelo para la humanidad para hacer mejor las cosas.
- En España hay excelentes modelos para el desarrollo de las ciudades, tales como la comunidad autónoma de Cataluña, Andalucía, Castilla la Mancha, etc ... ¿Qué sucede con las ciudades que constituyen? Cual relaciones podría hacer con respecto al modelo de desarrollo caótico de São Paulo y con la ciudad planificada de Brasilia?
Brasília no tiene solución. Su génesis fue equivocada, ya que se creo una ciudad fantasma repleta de esculturas gigantes, olvidándose de la gente y de sus necesidades. Solo fue un capricho personal poco pensado. Para mi Brasília ejemplifica el mayor error de la ordenación urbana y de la arquitectura de nuestro tiempo.
En cambio São Paulo puede ser una ciudad caótica, pero ya es compacta y la mitad del trabajo ya esta hecho.
La solución de São Paula pasa por la estructuración de la megalópolis en distritos independientes de más o menos medio millón de habitantes separados unos de otros por zonas verdes, y con rápidos sistemas de comunicación.
Cada distrito debería tener el mayor grado de independencia y autosuficiencia, de tal modo que evitara la necesidad de desplazarse de sus ocupantes. Del mismo modo, cuando esta necesidad surja, el desplazamiento de un distrito con otro debe ser lo más rápido posible.
Además, cada distrito debería estar regido de forma bastante independiente de los demás, de tal modo que se estimule la participación ciudadana, y de que su dinero vaya destinado a mejorar aquellas cosas que le son cercanas.
De este modo la caótica megalópolis de São Paulo pasaría a ser una Federación ecológica de municipios compactos y autosuficientes.
Por supuesto esto evitaría muchísimos de los problemas actuales de São Paulo, incluyendo los atascos de trafico absurdos que roba el 10% de la vida de los ciudadanos de São Paulo, eliminándoles felicidad, vida y competitividad empresarial.
- Muchas son las ciudades que deben pasar por un proceso de reestructuración territorial y de organización y compactación del tejido urbano. Cómo mejorar las ciudades ya establecidas, reciclando de una manera sostenible?
Las ciudades deben iniciar urgentemente un proceso de reciclaje urbano, que incluye varios parámetros, que deben ir en paralelo con un proceso de compactación urbana.
Sin duda, los países Europeos tienen esta tarea mucho mas sencilla que los países americanos, en los que la ciudad esta dispersa, pensada para un desplazamiento rodado, y con unas infraestructuras lamentables.
Lo primero que debe hacerse es estimular que la gente desee vivir de forma compacta con el fin de que haya mas dinero por superficie y así hacer frente a los costes que van a suponer las necesarias infraestructuras y las acciones sostenibles encaminadas a disminuir el consumo energético, optimizar los recursos y disminuir las emisiones y los residuos.
Por ello los arquitectos deben proponer nuevas formas de topologías de edificios sugerentes, que aumenten la calidad debida de los bloques multifamiliares y estimulen el deseo de la gente de no vivir en antiecológicas viviendas unifamiliares aisladas alejadas de los núcleos urbanos.
- Por último, ¿cuál es su visión con respecto a la arquitectura del futuro? Lo que debemos entender de como será dicha arquitectura?
Jajajajajajaja… pues, por desgracia, muy parecida a la actual.
En estos días ando leyendo un libro de una persona a la cual admiro mucho: ”El viaje al poder de la mente” (Ed. Destino), de Eduard Punset. En este libro Punset, entre muchísimas cosas interesantes dice que las regiones del cerebro que se activan en el proceso de formación de recuerdos, son las mismas que se activan cuando imaginamos lo que podría ocurrir en el futuro. En concreto estas zonas son: la corteza sensorial, el sistema límbico (amígdala-hipocampo, tálamo y corteza prefrontal. (según estudios de los profesores Schacter y Gilbert, de la Universidad deHarvard).
Es un descubrimiento extraordinario, y ello explica varias cosas, como nuestra capacidad de distorsionar los recuerdos y acomodarlos a nuestro antojo, o que al predecir el futuro, solo hagamos que modificar ligeramente el pasado, haciendo predicciones también a nuestro antojo.
Por ello, un cerebro sano no puede hacer buenas predicciones, y solo han sido los “visionarios”, ”creativos”, y “locos”, los que han hecho predicciones asombrosas (con mayor o menor posibilidad de acierto.
Pero lo que si podemos hacer es extrapolar el paso, identificar pautas evolutivas, intuir saltos evolutivos, intuir obstáculos inesperados, y aplicar estas leyes prospectivas para crear escenarios futuribles posibles.
Según esto deberíamos observar los avances que ha tenido la arquitectura en los últimos 50 años (muy pocos), identificar pautas en su evolución continua (básicamente una evolución formal de una corriente racionalista), identificar saltos evolutivos (excesiva atención a la “forma”, por encima de otros aspectos que quedan en segundo plano o simplemente olvidados), intuir saltos inesperados (nuevo sistema de valores humanos, crisis económica mundial, necesidad medioambiental…)….
Según esto me atrevería a decir lo siguiente:
La arquitectura será completamente distinta en Europa (cuya población va a envejecer, su riqueza se va a estancar, y será menos competitiva), que en los países emergentes (India, China, Brasil, Perú, Colombia, Caribe, Abu Dabi, Malasia,…) en donde la arquitectura encontrará un extraordinario caldo de cultivo para evolucionar. En Estados Unidos la arquitectura se va a mantener más o menos como está ahora y no preveo cambios sustanciales (sencillamente potenciarán la energía nuclear para que todo siga mas o menos igual).
Europa se va a centrar en el reciclaje de la ciudad y su equipamiento (transporte publico sostenible, potenciación de espacios verdes, carriles bicis, eliminación de asfalto, etc..), así como en la rehabilitación de las viviendas y edificios ya existentes, adaptándolos a las nuevas necesidades sociales. La población será más pobre y envejecida, y los arquitectos dedicarán sus esfuerzos a actividades más sociales que constructivas. Los edificios se transformarán de forma continua, y serán más flexibles, multimedia y ecológicos.
Se creará una cultura del bienestar, sin muchas ambiciones,.. Como resultado, Europa será la cuna de las mejores ideas, pero muchas de ellas deberán aplicarse en los países emergentes.
En los países emergentes se irán compactando, poco a poco las ciudades. La arquitectura tendrá mayor eficiencia energética y será más industrializada, es decir, tendrá más componentes realizados en fábrica. Además incorporará sistemas de reciclado de agua, y sistemas de tratamiento de residuos, porque los impuestos del agua y basura serán sustancialmente mayores a los actuales. Por otro lado, las viviendas serán muy calurosas porque los sistemas de aire acondicionado serán muy caros y la energía eléctrica también.
Por supuesto, los sistemas de telecomunicaciones y multimedia que se incorporen serán muy avanzados y económicos. De mismo modo, los edificios dispondrán de una gran cantidad de dispositivos de seguridad.
Por tanto no se deben esperar grandes actuaciones, ni grandes cambios formales. Además, eso sería una buena señal. Lo que debe hacerse en los próximos 50 años, como mínimo, es reordenar lo mucho y mal que se ha hecho hasta ahora. Vamos a asistir al mayor punto de inflexión de la Historia. Lo que ocurra después del año 2050 ya es cosa del grado de madurez que consiga la humanidad.
- ¿Cuáles serían las principales tareas de la arquitectura moderna para mejorar la vida de la gente hoy en día, un cambio de las crisis financieras, alteraciones climáticas y la escasez de los recursos naturales?
La crisis financiera ha sido consecuencia de varios experimentos económicos que han puesto a prueba los límites de nuestro actual sistema poscapitalista. Eso quiere decir que, sencillamente han de revisarse los pilares que fundamentan este sistema capitalista y que este debe ser sustituido por un sistema capitalista sostenible, más cercano a los fundamentos establecidos por Adam Smith para el sistema protocapitalista primigenio.
Del mismo modo, una arquitectura que se ha gestado en este sistema capitalista caduco debe ser rechazada con toda urgencia. todavía más cuando la arquitectura se materializa con un importante retraso respecto a la realidad social y económica que la generó.
en definitiva, lo más importante es que la sociedad y los jóvenes profesionales de arquitectura rechacen radicalmente la arquitectura que habitualmente se hace. Es decir, que no la compren y que no la hagan. Pero esto es complicado, ya que requiere establecer unas nuevas pautas de actuación y una nueva escala de valores sociales. Y esta es precisamente la prioridad. Es decir, la solución radica en los jóvenes arquitectos que ahora están estudiando en las diferentes Escuelas de Arquitectura del mundo y que están completamente insatisfechos con lo que se les está enseñando.
Estos profesionales deben hacer una nueva arquitectura que este en equilibrio con la Naturaleza y que garantice la felicidad de la gente.
Ya he indicado lo que debe hacerse para realizar una verdadera arquitectura sostenible, y a continuación me gustaría ofrecer mi punto de vista sobre las características que debe tener la arquitectura para garantizar la felicidad de la gente.
Por supuesto, cada persona tiene un concepto diferente de la felicidad, y por tanto hay que ofrecerle cosas diferentes con el fin de mejorar su vida por medio de la arquitectura.
No obstante estimo que, como mínimo, habría que tener varias cosas en cuenta:
1. Iluminación natural
Existe una amplia literatura en la que se muestra que en un ambiente de iluminación natural se obtiene un mayor bienestar y mucha mejor salud. Por ello, los edificios y viviendas deben diseñarse de tal modo que la iluminación natural llegue hasta el último rincón (sin excepciones), de tal modo que, mientras exista luz solar, se pueda desarrollar cualquier tipo de actividad en cualquier parte de la vivienda, sin necesidad de iluminación artificial. (Si es de día, y usted esta leyendo este artículo en una sala con iluminación artificial, empiece a plantearse cambiar de vida, trabajo, y vivienda).
2. Transpirabilidad (ventilación natural continuada)
Cuando uno analiza todos los elementos patógenos de una vivienda (causantes del síndrome del edificio enfermo), uno se da cuenta que uno de los métodos mas generales y efectivos para obtener un mayor bienestar es la ventilación natural. Pues bien, la mejor forma de obtener una ventilación natural continuada (sin pérdidas energéticas), es adoptando paredes porosas. Al igual que nuestra piel, o nuestra ropa, los humanos deberíamos transpirar a través de la piel de nuestros edificios, para asegurar nuestra salud, nuestro bienestar y nuestra felicidad. Para ello, todos los materiales empleados deben ser transpirables, permitiendo el paso del aire, pero no del agua. Por desgracia, la gran mayoría de los materiales habitualmente utilizados en los muros exteriores no son transpirables (pinturas plásticas, aislantes habituales, morteros mono-capas, morteros con resinas, …), lo que se manifiesta en una sensación de “ahogo”, que nos obliga a abrir las ventanas de forma continuada (con el consiguiente despilfarro energético y pérdida de bienestar), o simplemente a escapar del edificio.
3. Sencillez tecnológica
Después de 20 años de ejercicio profesional y de haber utilizado las más altas tecnologías en las viviendas, me he dado cuenta de que cuantos más artefactos tiene un edificio o una vivienda, peor nos sentimos. Y es que todos los artefactos tienen necesidad de mantenimiento, y tarde o temprano, se estropean. Y con ello llegan las alteraciones del carácter, la inestabilidad, y las alteraciones nerviosas. Como conclusión, cuanta menos tecnología tenga un edificio, y mas sencilla sea, menos se va a estropear, y mejor nos sentiremos. Los únicos artefactos que tengo en mi vivienda son: un frigorífico, una lavadora, una encimera (no tengo horno ya que no se usa, y consume muchísima energía), un teléfono, dos grifos electrónicos, un ordenador, y una tele. No tengo más, y nunca voy a tener más.
4. Alto nivel de “naturalidad” en los materiales
Otra de las cosas que he aprendido con mi experiencia es que todos los componentes de un edificio deben haber tenido la menor manipulación posible. Con ello se garantiza el mejor aprovechamiento de los recursos, la menor generación de residuos, y el menor consumo energético. Pero además, con ello se garantiza nuestro bienestar. Un ejemplo me ayudará a explicar esta regla general: es mejor utilizar tablones de madera simplemente aserrados y empapados de aceite vegetal, que utilizar maderas con todo tipo de tratamientos, protecciones y barnices. Este segundo tipo de madera puede contener muchas sustancias tóxicas, no tiene capacidad de autorregulación de la humedad, y no huele ni se percibe como madera… Cuanta menos manipulación hayan tenido los materiales utilizados en una vivienda, más nos acercarán a la naturaleza, y por tanto, se obtendrá un hábitat mucho más saludable.
5. Diseño arquitectónico sencillo y no monótono
En los últimos 5 años, mi lenguaje arquitectónico ha evolucionado muchísimo, y ello me permite obtener edificios mucho más interesantes. El objetivo general es obtener unos espacios y unas formas sencillas, pero que cambien continuamente, conforme se vayan moviendo sus ocupantes (dentro de la vivienda y alrededor de la misma). De este modo, los edificios siempre tienen reservada una sorpresa a sus ocupantes, ya que estos siempre pueden descubrir un juego de formas diferentes, según su punto de vista. Los edificios nunca aburren, e invitan a sus ocupantes a que las “saboreen”. Y ello aumenta su felicidad.
6. Colores adecuados
Los colores (radiación solar polarizada) tienen una enorme importancia en la salud y en el bienestar de las personas. Por ello, nuestros edificios deben dejar de adoptar la monotonía del blanco en paredes y techos, y la monotonía de los azulejos de baños y cocinas. En su lugar deberían elegirse con sumo cuidado los colores y materiales empleados. Ello nos hará mucho más felices en cada momento de nuestra existencia.
7. Sensación de seguridad e intimidad
Cada día este punto se hace más importante para conseguir nuestra felicidad, porque cada día tenemos más atentados contra nuestra intimidad y nuestra seguridad. En los pueblos rurales se logró un equilibrio entre libertad–intimidad, y entre libertad-seguridad, pero en las ciudades muchas veces gana la libertad y la intimidad, a cambio de no tener vida social (no queremos que nadie se entrometa en nuestras vidas), y no tener seguridad (a nuestro vecino no le interesamos). Como consecuencia, tenemos -a la larga- una pérdida de felicidad. Pues bien, ya desde hace tiempo he logrado hacer un tipo de vivienda en la cual sus ocupantes pueden gozar plenamente de la naturaleza, y pueden sentirse muy seguros (utilizando rejas-parasoles bioclimáticos, y usando varias estrategias de seguridad que no puedo escribir, evidentemente). Todo ello, hace que mis clientes logren el equilibrio deseado, y tengan el entorno adecuado para conseguir la felicidad.
8. Variabilidad térmica estacional
Nuestra sociedad de nuevos-ricos-paletos (la que hemos alcanzado en España, y en general en muchos países del mundo) hace que nos alejemos cada vez más de los ciclos vitales de la Naturaleza. Salimos de nuestras casas con aire acondicionado, para subirnos a un coche con aire acondicionado, ir al trabajo con aire acondicionado, comer en un restaurante con aire acondicionado, e ir al cine con aire acondicionado…. Total, llegamos por la noche a casa sin saber que día ha hecho (nos lo tiene que decir el hombre del tiempo para saberlo). Este modo de vida ridículo pasa factura, y es responsable de buena parte de nuestro malestar, ya que cada vez toleramos menos las variaciones térmicas naturales, por lo que cada vez mas nos volvemos mas irritables, dañando seriamente nuestra felicidad. Por ello es aconsejable vivir en un edificio bioclimático. Un edificio bioclimático nos mantiene frescos en verano (sin are acondicionado), sin dañar nuestra salud, y nos mantiene calientes en invierno (sin costosas calderas y sin apenas consumo energético), de un modo natural. Al salir de casa pues sencillamente nos quitamos ropa, o nos la ponemos. Y ya. Debemos notar algo de frío en invierno, y algo de calor en verano para sentirnos unidos a la Naturaleza. Así seremos más felices (y habremos ahorrado el 90% del dinero).
9. Ausencia de elementos patógenos
Es evidente que no podemos correr el riesgo de rodearnos de ningún elemento patógeno. Pero el problema es que para fabricar muchos materiales de construcción se han utilizado elementos que pueden dañar gravemente nuestra salud. Sencillamente el arquitecto debe conocerlos, y evitarlos. Los materiales mas sospechosos son: ventanas (no poner nunca ni aluminio, ni PVC), aislamientos (no poner ninguno de los habituales, ya que todos son malos), pinturas (no poner pinturas plásticas de ningún tipo), barnices, tratamientos de la madera, algunos plásticos, acabados de muebles, etc… No puedo dar un listado exhaustivo, ya que, por desgracia, la gran mayoría de los materiales que nos rodean en un edificio perjudican nuestra salud. Por supuesto, en mis viviendas no existe absolutamente ningún material perjudicial para nuestra salud, ya que los elijo cuidadosamente (soy asesor incluso de algunas empresas de barnices y pinturas, para la elección química de sus componentes).
10. Mínimo mantenimiento
Tengo muy claro que un edificio y una vivienda esta al servicio del hombre, y el hombre debe disfrutarla. Por ello, es importante que tengamos alguna complicidad (tareas del limpieza, arreglo del jardín, pequeñas reparaciones…), pero no mas. Algunas viviendas con tanta tecnología experimental llegan a sacar de quicio a sus ocupantes, ya que los mantienen en estado de semiesclavitud, o sencillamente no funcionan (la totalidad de las casas domóticas hacen esto, y paradójicamente venden la tecnología con la excusa de darnos libertad). Por ello hay que utilizar materiales que no tengan mantenimiento (utilizo mucha madera en mis casas, pero no hay que mantenerlas, olvidémonos de una vez del barniz), hay que disminuir la cantidad de tecnología de nuestras viviendas, y hay que estudiar cuidadosamente el diseño de la casa. De este modo seremos más libres y felices.
Puedo asegurar que cumplir todos los puntos anteriores es una tarea sencilla, siempre y cuando se tengan los conocimientos adecuados, y por supuesto, siempre y cuando se tenga la voluntad de realizarlas.
Giuliano Augusto Pelaio
Arquitecto
Master en Arquitectura Sostenible
Brasil
(Se adjuntan imágenes de Proyectos recientes de Luís De Garrido, materializando su concepto de “Naturalezas Artificiales”)